Canadá ha anunciado la creación de un programa de compensación por lesiones causadas por vacunas antes del lanzamiento de la vacuna contra el COVID-19. El programa se aplica a todas las vacunas aprobadas por Health Canada, el organismo de salud en el territorio canadiense, y proporcionará una compensación a los que resulten afectados por los efectos secundarios de las vacunas.
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El gobierno canadiense ha anunciado que está implementando un programa pancanadiense de apoyo a las lesiones por vacunas «sin culpa» para todas las vacunas aprobadas por Health Canada.
Según el gobierno, el programa “garantizará que todos los canadienses tengan un acceso justo al apoyo en el raro caso de que experimenten una reacción adversa a una vacuna. Este programa también alineará a Canadá con sus contrapartes del G7 con programas similares, y garantizará que el país siga siendo competitivo en el acceso a nuevas vacunas a medida que estén disponibles».
Esto significa que las personas vacunadas para protegerse contra el COVID-19, o vacunadas contra cualquier otra enfermedad y que experimentan un evento adverso o una lesión después de la vacunación, serán elegibles para una compensación.
Este programa es un programa «sin culpa», lo que significa que el fabricante de la vacuna (empresa farmacéutica) ni el gobierno serán responsables por la lesión de la vacuna. Es similar a la Ley Nacional de Lesiones por Vacunas en la Niñez creada por los Estados Unidos en 1986, que ahora se conoce como el Programa Nacional de Compensación por Lesiones por Vacunas en la Niñez. El programa ha pagado aproximadamente $ 4 mil millones a familias de niños heridos por vacunas, mientras protege a las compañías farmacéuticas de cualquier delito. Los fondos provienen del dinero de los contribuyentes.
Health Canada afirma que aprueban las vacunas después de revisar la evidencia científica que muestra que los beneficios superan los riesgos. Según la ministra de Salud, Patty Hajdu, «los canadienses pueden confiar en el rigor del sistema de aprobación de vacunas; sin embargo, en el raro caso de que una persona experimente una reacción adversa, este programa ayudará a garantizar que obtengan el apoyo que necesitan».
El gobierno federal también dice que las posibilidades de que alguien experimente una reacción adversa verdaderamente grave después de la vacunación son «extremadamente raras, menos de una en un millón».
Este es un pensamiento reconfortante, pero no se proporcionaron estadísticas o datos para respaldar esta afirmación, y también es una conjetura hecha por los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) en los Estados Unidos sin que tampoco se proporcionen pruebas. Estas afirmaciones han sido muy debatidas por muchos. Por ejemplo, un estudio piloto del HHS realizado por la Agencia Federal para la Investigación del Cuidado de la Salud encontró que 1 de cada 39 vacunas en los Estados Unidos causa lesiones, lo cual es una comparación impactante con la afirmación de 1 de cada millón.
La información sobre las vacunas es importante, especialmente en un momento en el que, al menos parece, pretenden que las vacunas sean obligatorias para que algunas personas puedan trabajar, viajar, ir a un concierto o al cine y más.