Un empleado del centro médico Advocate Aurora Health en Grafton, Wisconsin, fue despedido después de admitir haber estropeado deliberadamente 57 viales de la vacuna contra el coronavirus de Moderna, y el incidente provocó que se arruinaran y desecharan más de 500 dosis del tratamiento, anunciaron funcionarios del hospital.
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“Inmediatamente lanzamos una revisión interna y nos hicieron creer que esto fue causado por un error humano inadvertido. El individuo en cuestión hoy reconoció que extrajo intencionalmente la vacuna de la refrigeración “, dijo el hospital en un comunicado el miércoles.
“Estamos más que decepcionados de que las acciones de este individuo resulten en un retraso de más de 500 personas en recibir su vacuna. Esto fue una violación de nuestros valores fundamentales, y ya no empleamos a la persona”, agregó el comunicado.
El hospital no especificó qué motivó al empleado a hacer lo que hizo, solo dijo que se había contactado a las «autoridades apropiadas», incluido el FBI, la policía de Grafton y la FDA para investigarlo formalmente.
Los funcionarios destacaron que el programa de vacunación del centro médico Advocate Aurora Health no se había visto afectado, y que se enviaron viales de vacuna desde otras áreas.
El lanzamiento de la vacuna Moderna no ha estado exento de complicaciones. La semana pasada, un médico de Boston, Massachusetts, sufrió una reacción alérgica grave después de ser inoculado. Antes de eso, a varias personas que participaron en las pruebas de Moderna se les diagnosticó parálisis de Bell , un tipo de parálisis facial.
La vacuna Covid de Moderna es una de las dos que reciben la aprobación de emergencia de la Administración de Drogas y Alimentos de los EE. UU. (FDA), y la compañía tiene un contrato para entregar 200 millones de dosis de su preparación de ARNm. Tres personas, incluido el director ejecutivo de Moderna y dos inversores fundadores, se convirtieron en multimillonarios de la noche a la mañana este año después de que la compañía creara su prometedora vacuna.
La semana pasada, Forbes reveló que el director ejecutivo de Moderna, Stephane Bancel, el inmunólogo de Harvard Timothy Springer y el profesor de ingeniería química del MIT, Robert Langer, todos inversores en la planta baja de la empresa, acumularon fortunas de 4.100 millones de dólares, 2.000 millones de dólares y 1.500 millones de dólares, respectivamente, debido a la explosión de los precios de las acciones.
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