Después de que se anunció recientemente que Merck & Co. se haría cargo de la producción de algunas de las “vacunas” COVID experimentales para Johnson y Johnson, un denunciante de la FDA ha dado un paso adelante para revelar que la FDA no está examinando adecuadamente las instalaciones de producción donde se están fabricando estas inyecciones COVID experimentales.
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Una publicación de FiercePharma informó hoy:
Un inspector de la FDA convertido en denunciante afirma que la agencia suavizó las violaciones en una variedad de plantas de fabricación farmacéutica, incluida una instalación de vacunas de Merck & Co. en Durham, Carolina del Norte, donde el personal supuestamente destruyó evidencia de prácticas insalubres. Esas acusaciones ahora se han transmitido a la Casa Blanca.
Después de investigar las acusaciones planteadas por un denunciante, la Oficina del Asesor Especial le escribió al presidente Joe Biden el miércoles para detallar las acusaciones.
Mientras el inspector de la FDA levantaba banderas sobre el manejo de las infracciones por parte de la agencia en varias plantas, el fiscal especial Henry Kerner le dijo a la Casa Blanca que estaba «muy preocupado» por la inspección de Merck y el seguimiento de la agencia. La planta de Merck está programada para ayudar a producir la vacuna COVID-19 de Johnson & Johnson, aunque ese trabajo aún no ha comenzado.
El denunciante alegó que los empleados de la planta de Merck se estaban moviendo entre salas blancas y áreas no controladas sin desvestirse adecuadamente, y que un contenedor de riesgo biológico contenía uniformes de empleados manchados con sangre, orina y heces. Los empleados ensuciaban sus uniformes en lugar de tomar descansos para ir al baño, afirmó el denunciante, citando a un informante confidencial, porque de otro modo los empleados habrían tenido que quitarse las batas esterilizadas y salir de las áreas de fabricación.
Este es solo otro incidente de rutina que resalta la relación incestuosa entre las grandes farmacéuticas y las agencias reguladoras de salud del gobierno como la FDA y los CDC, que trabajan principalmente para maximizar las ganancias de la industria farmacéutica y no están muy preocupadas por la salud pública en absoluto.
La mayoría de las personas designadas para estas agencias gubernamentales salen de la industria farmacéutica y luego regresan una vez que terminan de trabajar para agencias como la FDA y los CDC.
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