Francia se ha convertido en el primer país de Europa en adoptar un sistema de “certificado de viaje de coronavirus digital”, un controvertido pasaporte electrónico de vacuna similar a los que han aparecido en Israel y algunas partes de los EE. UU.
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La aplicación TousAntiCovid está programada para debutar el próximo jueves, supuestamente un año después de que el concepto fuera ideado en Bruselas, aunque para la Unión Europea, la idea de un ‘pasaporte de vacuna’ era algo en lo que ya estaba trabajando desde 2018. El ‘concepto’ ideado en Bruselas sirve como marco raíz de un programa de rastreo de contactos y pasaportes de inmunidad para Francia, y que en el futuro se ampliará para incluir también datos de vacunas con la información relevante almacenada en los teléfonos inteligentes de los usuarios.
Durante la prueba, los viajeros serán registrados cuando pasen por puntos de conexión en Córcega y departamentos de ultramar en Francia. Paris espera que el diseño no solo confirme el estado de prueba positivo o negativo de los usuarios, sino que también rastree su estado de vacunación.
A partir del 29 de abril, el sistema de prueba se puede utilizar para verificar si el portador ha sido vacunado o no, dijo un funcionario a Le Monde el martes. Posteriormente, el sistema formará parte de un sistema paneuropeo “reforzado, consolidado y estandarizado”, según el ministro de Transición Digital, Cedric O, que ha estado en contacto con otros países y las principales aerolíneas en un ‘esfuerzo por establecer un sistema funcional y sin fallos en el futuro’.
El comisario europeo de Justicia, Didier Reynders, se refirió al sistema como un «certificado ecológico digital«, utilizando una terminología similar a la utilizada en Israel, y sugirió que estará completamente operativo el 21 de junio. Expresó la necesidad de implementarlo lo antes posible, por supuesto usando el gancho del estancamiento económico que se ha apoderado del sur de Francia, tradicionalmente un punto de acceso turístico pero actualmente totalmente congelado debido a la pandemia.
En su forma actual, los titulares de los pases que se hagan una prueba Covid-19 recibirán un mensaje de texto que pueden imprimir o almacenar en su aplicación TousAntiCovid, lo que agilizará la facilidad de entrada al departamento deseado incluyendo su nombre, la fecha y el tipo de vacuna o prueba que tomaron, al igual que detalles sobre el médico que administró la inyección. Dicha información se podrá cotejar con una base de datos nacional.
Los funcionarios involucrados han evitado deliberadamente referirse al programa como un «pasaporte de vacuna» , para que no se incendie o asuste a los franceses que están preocupados por la idea de un pasaporte de vacuna
TousAntiCovid es similar al pasaporte de vacunación estadounidense piloto lanzado en Nueva York a principios de este mes, un certificado llamado Excelsior Pass, del que se han reportado enormes fallas de seguridad.
Los franceses ya han descartado el uso de TousAntiCovid para controlar la entrada a bares y restaurantes, aunque ha sido aprobado para su uso en «conciertos, festivales [o] ferias comerciales«.
Dinamarca está implementando un sistema similar, y mientras miles de ciudadanos del país han salido a las calles a manifestarse contra lo que muchos consideran medidas de tipo policíaco, Copenhague espera que el sistema se implemente por completo para el verano.
El uso de tales sistemas de vacunas obligatorias ha demostrado ser extremadamente polarizador en toda Europa, con aproximadamente la mitad de la población que, hipnotizada, insiste en que tales medidas de seguridad son clave para reabrir la sociedad de manera segura (repitiendo lo que les han dicho), y la otra mitad advirtiendo de todo este teatro pandémico de ‘problema-reacción-solución ‘que abrirá la puerta a un nuevo mundo totalitarista a través de un engaño a los seres humanos para que mordieran el anzuelo.
🔎 | RTNews
El esbirro de la banca Rotschild,- macron- tiene que ser más aplicado que sus compadres ya que además la gente no está por la labor. La actitud rastrera y oligofrénica de parte de la población ansiosa de recibir el veneno y su posterior recompensa, hace el resto.