La prueba de anticuerpos es fundamental para determinar la eficacia y la necesidad de la vacuna COVID, pero la FDA continúa recomendando no realizar la prueba para cualquier persona, incluidas las personas que ya tenían COVID y las que han sido vacunadas contra el virus.
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Por el Dr. Hooman Noorchashm:
El 19 de mayo, la Administración de Drogas y Alimentos de los EE. UU. (FDA) publicó una guía peligrosa y totalmente inapropiada que desaconseja las pruebas de anticuerpos para el COVID-19 antes o después de la vacunación.
Esta guía de la FDA es peligrosa porque desalienta y bloquea a la mayoría de los médicos estadounidenses de usar un ensayo estándar de oro para la inmunidad al COVID-19.
Sin embargo, es de suma importancia para cada ciudadano y residente estadounidense y su médico poder evaluar el estado de inmunidad al COVID-19 durante esta pandemia por dos razones.
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Primero, si se descubre que una persona no tiene anticuerpos COVID-19 antes de la vacunación, esa persona sabrá que tiene un alto riesgo de desarrollar una infección. En otras palabras, las pruebas de anticuerpos permitirían determinar la necesidad médica de la vacuna COVID-19 y, dado que la mayoría de las personas actúan racionalmente si reciben la información correcta, se anticipa que la mayoría de los estadounidenses no inmunes buscarán la vacunación cuando se enfrenten a una prueba negativa.
En múltiples ocasiones, he pedido públicamente a la administración de Biden, al comisionado de la FDA y de los CDC que abran la puerta a las pruebas de anticuerpos para establecer la necesidad médica como un medio para combatir la vacilación de las vacunas. Porque creo que los estadounidenses son personas racionales y, por experiencia personal en la práctica médica, sé que cuando la mayoría de los estadounidenses indecisos se enfrentan al HECHO de que NO son inmunes, la mayoría opta por vacunarse.
Los estadounidenses son personas racionales y quieren protegerse del daño. Pero, al colocar barreras a las pruebas de anticuerpos previas a la vacunación para determinar la necesidad médica, la FDA de la administración de Biden está avivando peligrosamente más dudas sobre la vacuna a través de esta política muy específica y equivocada contra las pruebas de anticuerpos.
En segundo lugar, la vacuna de ARNm es una preparación muy inestable. Por lo tanto, es muy probable que un número significativo de dosis de vacuna de ARNm que ingresan a los brazos estadounidenses individuales se echen a perder parcial o completamente y, por lo tanto, sean ineficaces. El hecho de que la guía del 19 de mayo de la FDA coloque una barrera en el camino de las pruebas de anticuerpos posteriores a la vacunación, bloquea efectivamente la determinación de la eficacia de la vacuna en los estadounidenses.
Es muy probable que esta acción inapropiada de la FDA deje a un número sustancial de ciudadanos vacunados susceptibles a lo que de otro modo habrían sido infecciones de COVID-19 prevenibles si estos ciudadanos hubieran tenido una vía para confirmar la eficacia de su vacunación.
Debido a que es probable que las vacunas de ARNm sean susceptibles a una tasa significativa de deterioro, algunos estadounidenses vacunados estarán parcial o totalmente no inmunizados contra el COVID-19, aunque estén completamente vacunados. Debido a que millones de estadounidenses se han vacunado, es probable que decenas, si no cientos de miles, de personas inmunizadas inadecuadamente estén deambulando por nuestra nación ahora.
Estas personas serían susceptibles a las llamadas «infecciones de avance», no porque la vacuna sea generalmente ineficaz, sino porque en realidad no son inmunes debido a una alteración de la dosis de la vacuna. Es un hecho clínico irrefutable que estas personas se beneficiarían de conocer el estado de su inmunidad de anticuerpos COVID-19, para tomar precauciones adicionales o para volver a vacunarse.
Desafortunadamente, la FDA ha disuadido a los estadounidenses vacunados de confirmar la eficacia de su vacuna, dejando efectivamente al subconjunto sometido a vacunas malas expuesto al riesgo de infección, pero confiando únicamente en la eficacia de una vacuna muerta.
La guía incorrecta del 19 de mayo de la FDA que bloquea las pruebas de anticuerpos fue un pronunciamiento impactante desde una perspectiva médica. Específicamente porque la prueba de anticuerpos es la prueba médica estándar de oro para la inmunidad contra TODOS los patógenos virales y bacterianos conocidos por la humanidad, el SARS-CoV-2 no es una excepción.
El hecho de que la comunidad médica no se haya opuesto unánimemente a esta peligrosa guía es un testimonio del «pensamiento grupal» que gobierna nuestro establecimiento médico y que compromete la vida de los estadounidenses todos los días en muchos rincones del sector de la salud.
🔎 | Noorchashm
