Un australiano de 29 años ha sido condenado a ocho meses de prisión por ayudar a organizar una protesta contra el bloqueo de COVID en Sydney, que ha experimentado estrictas y draconianas restricciones.
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La Policía de Nueva Gales del Sur anunció la sentencia en un comunicado el viernes, revelando que el hombre había sido encarcelado por «múltiples infracciones al Orden de la Salud Pública» , así como por su participación en la organización de la «protesta no autorizada» prevista para este fin de semana.
La policía dijo que el hombre, del estado de Victoria, «se declaró culpable de no cumplir con las instrucciones de Covid-19, alentando la comisión de delitos y falsa representación».
El reportero del Sydney Morning Herald, Angus Thompson, señaló en Twitter que la publicidad del encarcelamiento de una persona por parte de la policía de Nueva Gales del Sur era «inusual» y teorizó que tenía la intención de asustar a otros posibles manifestantes en Sydney antes de la protesta del fin de semana.
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La sentencia enfureció a muchos australianos en las redes sociales, así como a personas de todo el mundo, que condenaron la medida como autoritaria y compararon a la policía de Nueva Gales del Sur con la Gestapo nazi.
“Encarcelado por planear una protesta. ¿Cómo llegamos aquí?» cuestionó una mujer de Sydney, mientras que un hombre de Washington, DC argumentó : «Esto es literalmente fascismo».
Otros que usaron el hashtag #FreeAustralia, criticaron el uso de la policía de Nueva Gales del Sur de la frase distópica «protesta no autorizada» y señalaron que un hombre en el estado vecino de Queensland había sido liberado en libertad condicional en febrero después de ser sorprendido con casi 300.000 imágenes inapropiadas de niños que incluía pornografía infantil.
El hombre será elegible para la libertad condicional después de tres meses de prisión.
El bloqueo actual de Covid-19 de Sydney se extendió el viernes hasta finales de septiembre, y también se implementó un toque de queda. A los residentes de la ciudad se les ha ordenado quedarse en casa desde junio y solo pueden salir si tienen una «excusa razonable». Las excusas razonables incluyen comprar alimentos, vacunarse contra el Covid-19, hacer ejercicio e ir a trabajar si el trabajo no se puede realizar desde casa.
Australia, con una población de más de 25 millones de personas, ha registrado 974 muertes positivas al COVID-19 desde el inicio de la pandemia. Según cifras oficiales, solo el 22% de los australianos están completamente vacunados contra el Covid-19.
🔎 | RTNews
