Una investigación del Wall Street Journal en la que se demuestra que Facebook sabe desde hace más de un año y medio que Instagram es perjudicial para la imagen corporal de las adolescentes, ha provocado comparaciones entre las grandes tabacaleras y la política de Facebook de buscar beneficios independientemente de los daños documentados.
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Por Christia Spears Brown,
Los responsables de Facebook disponían de una investigación interna en marzo de 2020 que demostraba que Instagram -la plataforma de medios sociales más utilizada por los adolescentes- es perjudicial para la imagen corporal y el bienestar de las adolescentes, pero barrieron esos resultados bajo la alfombra para seguir haciendo negocios como siempre, según un informe del Wall Street Journal del 14 de septiembre.
La política de Facebook de perseguir los beneficios sin tener en cuenta los daños documentados ha suscitado comparaciones con las grandes tabacaleras, que sabían en los años 50 que sus productos eran cancerígenos pero lo negaron públicamente en el siglo XXI. Los que estudiamos el uso de las redes sociales en los adolescentes no necesitamos un estudio de investigación interno suprimido para saber que Instagram puede perjudicar a los adolescentes. Un montón de trabajos de investigación revisados por pares muestran lo mismo. Entender el impacto de las redes sociales en los adolescentes es importante porque casi todos los adolescentes se conectan a diario. Una encuesta del Pew Research Center muestra que el 89% de los adolescentes afirman estar conectados «casi constantemente» o «varias veces al día».
Los adolescentes son más propensos a conectarse a Instagram que a cualquier otra red social. Es una parte omnipresente de la vida de los adolescentes. Sin embargo, los estudios muestran sistemáticamente que cuanto más a menudo utilizan los adolescentes Instagram, peor es su bienestar general, su autoestima, su satisfacción vital, su estado de ánimo y su imagen corporal. Un estudio descubrió que cuanto más utilizaban los estudiantes universitarios Instagram en un día determinado, peor era su estado de ánimo y su satisfacción vital ese día.
Comparaciones poco saludables
Pero Instagram no es problemático simplemente porque sea popular. Hay dos características clave de Instagram que parecen hacerla especialmente arriesgada. En primer lugar, permite a los usuarios seguir tanto a los famosos como a los compañeros, que pueden presentar una imagen manipulada y filtrada de un cuerpo poco realista junto con una impresión muy curada de una vida perfecta. Aunque todas las redes sociales permiten a los usuarios ser selectivos con lo que muestran al mundo, Instagram es famosa por sus capacidades de edición y filtrado de fotos. Además, es la plataforma más popular entre famosos, modelos e influencers.
Facebook ha quedado relegado a las madres de familia y a los abuelos que no son ‘cool’. Para los adolescentes, esta perfecta integración de famosos y versiones retocadas de compañeros de la vida real presenta un entorno propicio para la comparación social ascendente, o para compararse con alguien que es «mejor» en algún aspecto. Los seres humanos, por regla general, se fijan en los demás para saber cómo encajar y juzgar sus propias vidas. Los adolescentes son especialmente vulnerables a estas comparaciones sociales. Casi todo el mundo recuerda su preocupación por encajar en el instituto. Instagram exacerba esa preocupación.
Ya es bastante difícil compararse con una supermodelo que tiene un aspecto fantástico (aunque filtrado); puede ser aún peor cuando la comparación filtrada es Natalie al final del pasillo. Compararse negativamente con los demás lleva a las personas a sentir envidia de las vidas y cuerpos aparentemente mejores de los demás. Recientemente, los investigadores incluso intentaron combatir este efecto recordando a los usuarios de Instagram que las publicaciones eran poco realistas.
No funcionó. Las comparaciones negativas, que eran casi imposibles de frenar, seguían provocando envidia y una disminución de la autoestima. Incluso en los estudios en los que los participantes sabían que las fotos que se les mostraban en Instagram estaban retocadas y modificadas, las adolescentes seguían sintiéndose peor con sus cuerpos después de verlas. Para las chicas que tienden a hacer muchas comparaciones sociales, estos efectos son aún peores.
Objetivación e imagen corporal
Instagram también es arriesgado para los adolescentes porque su énfasis en las fotos del cuerpo lleva a los usuarios a centrarse en cómo se ven sus cuerpos para los demás. Nuestra investigación muestra que para las chicas adolescentes -y cada vez más para los chicos adolescentes- pensar en sus propios cuerpos como objeto de una foto aumenta los pensamientos preocupantes sobre cómo se ven ante los demás, y eso lleva a sentir vergüenza por sus cuerpos. El mero hecho de tomarse un ‘selfie’ para publicarlo después les hace sentirse peor sobre su aspecto ante los demás.
Ser un objeto para que los demás lo vean no ayuda a la «generación del selfie» a sentirse empoderada y segura de sí misma, sino que puede hacer exactamente lo contrario. Estas no son preocupaciones de salud insignificantes, porque la insatisfacción corporal durante la adolescencia es un poderoso y consistente predictor de los síntomas posteriores de los trastornos alimentarios.
Facebook ha reconocido internamente lo que los investigadores llevan años documentando: Instagram puede ser perjudicial para los adolescentes. Los padres pueden ayudar hablando repetidamente con sus adolescentes sobre la diferencia entre la apariencia y la realidad, animándoles a interactuar con sus compañeros cara a cara y a utilizar su cuerpo de forma activa en lugar de centrarse en el selfie.
La gran pregunta será cómo Facebook maneja estos resultados perjudiciales. La historia y los tribunales han sido poco indulgentes con el enfoque de las grandes tabacaleras.
🔎 | TheConversation