Por Megan Redshaw:
Danice Hertz, una médica de 64 años que se encuentra «terriblemente enferma» e «incapacitada» después de recibir la ‘vacuna contra el COVID de Pfizer’, afirma que las agencias de salud de EE.UU están ignorando miles de eventos adversos.
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En una entrevista exclusiva con The Defender, Hertz dijo que si pudiera retroceder en el tiempo, no se habría vacunado.
Hertz dijo que ha estado en contacto con numerosas agencias de salud, médicos e investigadores, incluidos los Institutos Nacionales de Salud (NIH), la Administración de Drogas y Alimentos de los EE.UU (FDA), los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el Cirujano General de EE.UU y médicos, en las universidades de Harvard y Stanford además en el Centro Médico Cedars-Sinai en Los Ángeles, en un esfuerzo por obtener ayuda para las lesiones neurológicas que sufrió después de recibir la vacuna.
Hertz le dijo a The Defender que hay miles de personas como ella, que han resultado afectadas por las vacunas contra el COVID, que están sufriendo y necesitan ayuda, pero son ignoradas por los principales medios de comunicación y las agencias de salud de EE.UU mientras tanto, los mandatos de la vacuna COVID se están implementando para millones de estadounidenses, sin apenas tener una discusión sobre los riesgos.
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Hertz, una gastroenteróloga que se jubiló en octubre, recibió su primera y única dosis de la ‘vacuna de Pfizer’ el 23 de diciembre de 2020. “Hubo una oportunidad de recibir la ‘vacuna’ porque el hospital se la estaba dando a todos los médicos”, dijo Hertz. “No sabía si tendría que volver a trabahar, así que corrí a ‘vacunarme’. En 30 minutos, comencé a experimentar efectos adversos”.
«Esperé los 15 minutos que debes esperar después de que la recibas, y fui al auto y mi cara comenzó a arder», dijo Hertz. «Manejé a casa a cinco minutos de distancia, y cuando entré por la puerta, le dije a mi esposo que llamara a los paramédicos».
Hertz dijo que en 24 horas desarrolló síntomas neurológicos, incluyendo parestesias severas en su cara, lengua, cuero cabelludo, pared torácica y extremidades, así como temblores, espasmos, debilidad, dolores de cabeza, tinnitus y desequilibrio.
«Mi presión arterial era de 186 sobre 127, lo que descubrí que es característico de estas reacciones», dijo Hertz.
Hertz llamó a su médico y tomó Benadryl y esteroides en caso de que tuviera una reacción alérgica. Al día siguiente, su rostro se volvió completamente entumecido.
«Sentía como si todo mi rostro estuviera ardiendo, como si me hubieran vertido ácido en la cara. Tenía sensaciones en todo mi cuerpo como si estuviera vibrando. Sentí que tenía una banda apretada alrededor de mi cintura, dolor en el pecho y dificultad para respirar, y me fui a la cama durante siete días» dijo Hertz.
Hertz hizo un seguimiento con un alergólogo que la trató con esteroides en caso de que tuviera una reacción alérgica a la vacuna. Después de algunas semanas sin mejoría, Hertz se reunió con el neurólogo jefe de Cedars-Sinai.
«Vi a seis neurólogos, cinco alergólogos, tres reumatólogos y nadie tenía ni idea», dijo Hertz. «Hicieron análisis de sangre, biopsias de piel, una resonancia magnética y más, y realmente no surgió nada. Desafortunadamente, si un médico no sabe lo que te pasa, terminará contigo, aunque no es así como yo practico».
Al principio, cuando Hertz fue evaluada por el primer neurólogo, el neurólogo le preguntó sobre una «consulta CISA» con los CDC.
Según el sitio web de los CDC, el Proyecto de Evaluación de la seguridad de la inmunización clínica (CISA) se estableció en 2001 para abordar las necesidades de investigación clínica de seguridad de las vacunas no satisfechas de los EE.UU.
CISA es una red nacional de expertos en seguridad de vacunas de la Oficina de Seguridad de Inmunización de los CDC y siete centros de investigación médica, además de otros socios que abordan cuestiones de seguridad de vacunas, realizan investigaciones clínicas de alta calidad y evalúan eventos adversos clínicos complejos después de la vacunación.
El Proyecto CISA también brinda consultas a los médicos de EE.UU que tienen preguntas sobre la seguridad de las vacunas sobre un paciente específico que resida en los EE.UU también brinda consultas a los proveedores de atención médica y los socios de salud pública de los EE.UU sobre las vacunas.
El caso de Hertz fue aceptado en el Proyecto CISA y se presentó en las grandes rondas de los CDC el 23 de marzo. Después de la reunión, un médico envió una carta a Hertz sugiriendo que tenía un «trastorno de mastocitos». El Proyecto CISA nunca siguió con ella.
El síndrome de activación de los mastocitos (o trastorno de los mastocitos) es una afección en la que un paciente experimenta episodios repetidos de los síntomas de la anafilaxia: síntomas alérgicos como urticaria, hinchazón, presión arterial baja, dificultad para respirar y diarrea intensa.
La mastocitosis sistémica puede provocar lesiones cutáneas, dolor en los órganos internos, dolor de huesos, diarrea y vómitos, pérdida de peso y síntomas cardiovasculares.
Hertz se puso en contacto con los NIH y fue evaluada de forma remota por el Dr. Avindra Nath, un médico científico que se especializa en neuroinmunología y es director clínico intramural del Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares del NIH.
Hertz dijo que envió a los NIH su sangre para un estudio, porque estaban viendo a bastantes pacientes como ella. También envió su sangre a médicos de Stanford y Harvard para su evaluación.
El médico de Harvard también pensó que Hertz tenía activación de mastocitos y le recetó medicamentos, pero no ayudaron. «Ahora estoy tomando muchos medicamentos para la activación de los mastocitos, pero todavía estoy bastante enferma», dijo Hertz.
“No creo que esa [la activación de los mastocitos] sea la explicación completa de lo que nos está sucediendo”, dijo Hertz. “Todavía estoy aquí nueve meses después. Todavía no sé qué me pasa. No estoy tan enferma como al principio, pero todavía tengo ataques en los que siento que me están electrocutando y mi esposo puede sentir mis piernas y brazos vibrando”.
Hertz inició un grupo de Facebook que ahora tiene más de 160 personas que han experimentado problemas neurológicos después de una vacuna COVID y no pueden encontrar ayuda con sus afecciones.
“Tenemos 160 personas en este grupo privado de Facebook y todos nos conocemos muy bien y estamos tratando de ayudarnos unos a otros”, dijo Hertz. «Juntos hemos estado esforzándonos mucho por conseguir ayuda».
“Aunque mi grupo consta de 160 miembros que tuvieron reacciones adversas legítimas a las vacunas COVID, hay otros grupos que conozco que tienen miles”, agregó.
Hertz dijo que los principales medios de comunicación no quieren hablar con nadie de su grupo que haya resultado afectado porque no se les permite publicar sobre lesiones por vacunas. «Hay mucha gente que ha tenido reacciones neurológicas y mucha gente no sabe que está relacionada con la vacuna», dijo.
Hertz y su grupo lograron obtener una reunión de Zoom con el Dr. Peter Marks, director del Centro de Evaluación e Investigación Biológica (CBER) de la FDA, para discutir sus lesiones por vacunas, pero se decepcionaron cuando él no se presentó a la reunión.
Hertz explicó:
«Tuvimos una reunión de Zoom muy importante con Marks organizada. Creo que fue el día en que anunciaron que la vacuna de Pfizer recibió la aprobación total de la FDA. Nosotros [el grupo] no sabíamos de antemano que iba a ser aprobado».
«Todos preparamos discursos para pedirle ayuda a Marks y él no se presentó. Apareció el jefe de comunicaciones, no un científico. Ella nos escuchó. Su respuesta después de escucharnos durante una hora completa fue, ‘bueno, si pudiera darme su número de el VAERS [Sistema de notificación de eventos adversos de vacunas], haré que todos investiguen sus casos de el VAERS y veremos qué podemos hacer para ayudarles».
Hertz dijo que el representante de la FDA no entendió por completo. “Estábamos aquí para representar a un gran número de personas que resultaron afectadas y necesitan atención médica, pero no obtuvimos respuesta”, dijo.
Las agencias de EE.UU Están al tanto de las lesiones causadas por las vacunas
Hertz dijo que existen diferentes teorías para las reacciones adversas como la suya, pero no cree que ninguna haya sido probada o que se hayan realizado suficientes investigaciones.
“Algunas personas piensan que es una neuropatía inmunomediada en la que los nervios son atacados por anticuerpos activados por la vacuna”, dijo Hertz. «Un médico de California afirma que encontró una proteína de pico producida por la vacuna en nuestros monocitos, mientras investigaba a los miembros del grupo».
Hertz dijo que varios miembros de su grupo privado de Facebook fueron al NIH para recibir tratamiento, especialmente aquellos que quedaron paralizados después de recibir la vacuna y no pueden mover sus piernas. “El NIH está al tanto de lo que está sucediendo, pero públicamente ha desestimado las reacciones adversas a las vacunas”, dijo Hertz.
«Al principio, cuando estaba tan enferma a principios de enero, traté de averiguar a quién debía contactar, y me comuniqué con otro caballero del NIH que ocupa un puesto muy alto en el NIAID [Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas]», Dijo Hertz. «Me dijo que son ‘muy conscientes’ de estas reacciones y que las están investigando. Sabían de estas reacciones adversas antes de que las vacunas salieran de los ensayos clínicos».
En un intercambio de correo electrónico del 11 de febrero (ver más abajo) entre Hertz y los NIH y el NIAID (la agencia dirigida por el Dr. Anthony Fauci) apenas dos meses después de que las vacunas COVID recibieran la Autorización de Uso de Emergencia, un funcionario reconoció otras reacciones como las que Hertz experimentó, y las agencias estaban al tanto de ellos.
Hertz dijo que cree que los NIH transmiten una posición diferente detrás de escena que la que la agencia presenta al público. Dijo que cree que es porque los NIH están financiados por la FDA.
Hertz ha tenido varios intercambios de comunicación con Marks y la Dra. Janet Woodcock, comisionada interina de la FDA. Ni Marks ni Woodcock se tomaron en serio las preocupaciones de Hertz, sino que le desearon lo mejor con sus debilitantes lesiones por las ‘vacunas’.
Hertz dijo que Woodcock inicialmente dijo que le gustaría ayudar, pero luego respondió nuevamente diciendo:
«Lamento mucho tu terrible experiencia. Parece que lo que falta es lo que ellos llaman una ‘definición de investigación’, en otras palabras, un marco sindrómico para describir lo que se está experimentando, ya que puede no encajar en las categorías diagnósticas actuales. Posiblemente uno de los investigadores académicos que ha consultado podría trabajar en eso. No tengo idea de cómo se podría abordar esto desde el punto de vista del tratamiento».
En otras palabras, no están interesados en escuchar sobre estas reacciones, dijo Hertz en un correo electrónico al NIH donde describió la respuesta de la FDA.
En el correo electrónico, Hertz dijo:
“Para mí es impactante que ignoren por completo estos informes de cientos y miles de personas que sufren reacciones graves. Creo que querrían saber todo lo posible sobre estas reacciones. Algo está muy mal y estas reacciones adversas a las vacunas se están ocultando. Es un flaco favor para tantos que sufren como yo”.
El 1 de febrero, Hertz se comunicó con su equipo de médicos, los CDC y Marks con respecto a su experiencia y la de otras cinco mujeres que desarrollaron problemas neurológicos después de la vacuna de Pfizer, Hertz preguntó por qué se ignoraban sus reacciones neurológicas.
«Como la mayoría de ustedes me conocen, soy un gastroenteróloga de 64 años que sufrió una reacción terrible 30 minutos después de recibir la primera dosis de la ‘vacuna Pfizer’ contra el Covid. Todavía estoy muy sintomática por casi 9 semanas con parestesias severas, opresión en el pecho, temblores, mareos, dolores de cabeza. Estoy buscando en Internet información y encontré un artículo en una revista Neurology Today. Escribí un comentario después del artículo sobre mi reacción. Posteriormente me han contactado otras cinco mujeres que han tenido reacciones neurológicas muy similares a las mías y están todas bastante enfermas semanas después de recibir sus vacunas.
Han tenido dificultades similares para obtener la atención médica adecuada, ya que la comunidad médica no sabe nada sobre estas reacciones. Ellos también han informado sus reacciones a las compañías farmacéuticas, las agencias gubernamentales reguladoras, y no ha habido respuesta ni documentación de sus reacciones.
Es evidente que estas reacciones neurológicas no son desconocidas. ¿Por qué no se están abordando? ¿Por qué se ignoran nuestros informes? No tenemos ningún deseo de asustar al público acerca de la ‘vacuna’, pero a todos nos gustaría mucho recibir atención médica y tememos no recuperarnos de estos síntomas debilitantes. Todos estábamos previamente sanos. Estamos considerando acudir a los medios de comunicación porque estamos terriblemente frustrados por la falta de transparencia. Cualquier consejo de usted será muy apreciado».
Marks respondió que estaba «muy apesadumbrado» al enterarse de sus síntomas, que la FDA se toma en serio los eventos adversos y dijo que le pidió al equipo de farmacovigilancia que hiciera un seguimiento con ella. Hasta la fecha, ni Marks ni el equipo de farmacovigilancia han realizado un seguimiento. El 17 de marzo, un funcionario del NIH envió un correo electrónico a Hertz, y copió a Pfizer, reconociendo más de 1,000 efectos secundarios neurológicos reportados al VAERS y prometiendo presentarlos a la comunidad científica, lo que hasta la fecha no se ha hecho.
El funcionario dijo:
«Si nos fijamos en la base de datos de el VAERS, ya se han informado más de 1.000 efectos secundarios neurológicos, pero para presentarlos a la comunidad científica tenemos que recopilar tanta información como podamos antes de enviarlos. Le prometo que informaremos sobre su problema y otros casos que estamos revisando ahora y realmente le agradecería que tuviera la amabilidad de darnos entre 1 y 2 semanas para recopilar información completa antes de publicarla».
En un correo electrónico del 15 de abril a Marks, Woodcock, los CDC y los NIH, Hertz dijo:
“¿Por qué se mantiene esto en secreto? ¿Cuándo se informará al público para que podamos recibir tratamiento? ¿Nos recuperaremos? No tienes idea del dolor y el sufrimiento por el que han pasado muchas personas. Ojalá pudieras experimentar lo que estamos experimentando para comprender mis súplicas. Es muy difícil vivir así. A veces, tengo tanto dolor que no quiero vivir. Es tan impactante para mí que esta supresión de información y la verdad pueda ocurrir en nuestro país. Como médico, nunca imaginé que esto pudiera ocurrir aquí en los Estados Unidos, con nuestro excelente sistema médico y agencias reguladoras. Por favor, hagan públicas estas reacciones para que la atención médica esté disponible para muchos como yo que sufren síntomas agonizantes como resultado de estas vacunas. Eventualmente, se dirá la verdad. Necesitamos ayuda ahora».
Hertz dijo que recibió una respuesta de Woodcock, quien dijo que la FDA está «investigando estas reacciones neurológicas». Pero no ha habido seguimiento ni reconocimiento de sus lesiones, o de las lesiones que están sufriendo miles de personas.
Hertz, que está a favor de las vacunas, dijo que le preocupa que la FDA, los NIH, los CDC y las compañías farmacéuticas estén ignorando las lesiones causadas por las vacunas.
Hertz explicó:
“Queremos que se eduque a la comunidad médica sobre estas reacciones para que no nos despidan, para que puedan validar lo sucedido y tratarnos. Necesitamos que se realicen investigaciones para descubrir qué sucedió y crear tratamientos. Y ahora hay mandatos de vacunas y personas como nosotros que no pueden volver a vacunarse. Hay muchos en mi grupo que son médicos y no pueden volver a trabajar hasta que estén completamente vacunados, pero no pueden volver a trabajar y no es fácil obtener una exención. Tenemos que mirar eso».
El 24 de mayo, Hertz y otras 79 personas que resultaron afectadas por las vacunas Moderna, Pfizer, Johnson & Johnson y AstraZeneca (ensayo clínico en EE.UU.) Escribieron una carta al Dr. Vivek Murthy, Cirujano General de EE.UU y a la Casa Blanca suplicándoles que validaran sus reacciones para poder abordarlas adecuadamente.
El grupo declaró:
«Todos hemos compartido reacciones adversas muy similares a estas vacunas. Anteriormente éramos personas sanas. Nuestras reacciones se produjeron desde unos minutos hasta unos pocos días después de recibir las vacunas. No hay duda de que las vacunas provocaron nuestras reacciones.
Nuestras reacciones han incluido náuseas, pérdida de peso, ardor de estómago, diarrea/estreñimiento, trastornos del sueño, dolores de pecho, dolores de cabeza, presión facial y sinusal, mareos, debilidad y fatiga severas, parestesias dolorosas en todo el cuerpo, parestesias dolorosas severas enfocadas en la cara, lengua y cuero cabelludo, vibraciones y temblores internos, contracciones y espasmos musculares, confusión mental y cambios en el estado mental, pérdida de memoria, tinnitus, visión borrosa/alterada, presión arterial y frecuencia cardíaca elevadas, venas abultadas, problemas cardíacos y debilidad. Varios de nuestro grupo han experimentado parálisis de las extremidades inferiores y hasta el día de hoy permanecen paralizados. Muchos de nosotros hemos estado enfermos durante cinco meses».
Ninguno en el grupo tenía alguno de los síntomas anteriores antes de recibir la ‘vacuna’ contra el COVID.
“Las lesiones nos están dejando a la mayoría de nosotros discapacitados e incapaces de regresar a nuestros trabajos como médicos y otros profesionales de la salud, padres, maestros, científicos, etc.”, escribió el grupo.
«No solo nos ha impactado físicamente, sino también mental y financieramente. La mayoría de nosotros no podemos trabajar o tenemos un horario de trabajo reducido. Esto continúa para nosotros sin un final a la vista».
«NECESITAMOS AYUDA», escribió el grupo. «El mensaje constante de que las vacunas son seguras y sin el reconocimiento de estas reacciones neurológicas adversas ha hecho imposible que obtengamos un tratamiento médico. Somos ‘daños colaterales’ en el esfuerzo por detener la pandemia».
El grupo le dijo a Murthy que hasta que no se reconozcan las reacciones adversas, será imposible recibir atención. “Rogamos que informe a la comunidad médica sobre estas reacciones para que podamos obtener la atención médica que necesitamos”, escribió el grupo.
Las agencias de salud de EE. UU no quieren que las personas tengan conocimiento sobre las lesiones por vacunas
Cuando The Defender le preguntó acerca de por qué las agencias de salud de EE.UU cubrirían los eventos adversos de las vacunas, con esto suprimirían la investigación y no brindarían a los afectados los tratamientos adecuados, Hertz respondió:
“La pandemia es horrible. Es un problema real. Pero tomaron decisiones calculadas sobre cómo proteger a la mayoría de las personas, y no sé quién tomó estas decisiones, pero decidieron que ‘vacunar’ a la mayor cantidad posible de personas salvará a más personas que atender las lesiones causadas por ‘la vacuna’. Creo que no quieren crear miedo o pánico y dar a conocer el hecho de que hay efectos adversos”.
Hertz dijo que cree que lo que está sucediendo con las vacunas COVID es un crimen contra nuestro país.
“Si hay algo que pudiera hacer, retrocedería en el tiempo y me sacaría esa oportunidad”, dijo Hertz. «Tomé todas y cada una de las vacunas que salieron y nunca había tenido una reacción a nada. Entré ese día sin ninguna preocupación porque había sido aprobado por la FDA. Me siento como un idiota».
Hertz dijo que envió varios informes a el VAERS, pero los CDC nunca dieron seguimiento. Recibió una llamada de un oficinista que acababa de confirmar el informe y les dijo: «Soy médico. Estoy muy enferma. Tengo miedo de mi vida. Informé a Pfizer en forma escrita y verbal, y nadie me ha devuelto la llamada».
Hertz se comunicó nuevamente con el Dr. Marks el 23 de febrero después de no recibir el seguimiento prometido, y otro funcionario del CBER respondió. El funcionario la refirió a el VAERS y le dijo cómo solicitar información sobre su evento adverso y cómo obtener una copia del informe. También sugirió que solicitara una consulta con CISA de los CDC, tramites que ya había hecho.
Hertz respondió:
“Gracias por su recomendación de ponerse en contacto con VAERS. Desafortunadamente, esto no es útil porque ya se ha hecho. Con suerte, se dará cuenta de las lesiones que algunas personas están experimentando a causa de las vacunas y educará a la comunidad médica para que la atención médica esté disponible para personas como yo».
El funcionario le preguntó si había completado su informe correctamente y que tenía la impresión de que el VAERS se comunicaría con ella si «se necesita información de seguimiento».
Hertz dijo que proporcionó información de contacto en el informe de el VAERS que presentó y que estaba «plenamente consciente de los muchos cientos de informes con reacciones similares en la base de datos VAERS», al igual que las personas de su grupo con reacciones graves similares. “Nosotros y nuestros médicos hemos solicitado consultas de CISA a los CDC que han sido completamente inútiles”, dijo Hertz.
Hertz explicó:
“Creo que la FDA y los CDC querrían saber sobre estas reacciones. Todos hemos estado gravemente enfermos. Es realmente impactante que nuestros informes no se hayan tomado en serio y que la FDA no nos solicite un seguimiento. Aparentemente, no hay preocupación por que las personas resulten afectadas por las vacunas.
Las sugerencias que me haces en ambos correos electrónicos no tienen sentido. Soy un médico, no una idiota. Usted elude el tema de que hay muchos de nosotros que hemos sido afectados por las vacunas y estamos siendo ignorados. Tus correos electrónicos son insultantes y degradantes. Estás perdiendo completamente mi punto. Supongo que eso es solo representativo de lo en serio que se está tomando el hecho de que hay muchas personas que han resultado gravemente afectadas por las vacunas de Covid y están luchando por obtener validación y atención médica porque estas reacciones se están ocultando a la comunidad médica. Esto es realmente impactante. Habiendo ejercido la medicina durante 33 años, siempre tuve fe en nuestras agencias reguladoras. Ahora, habiendo sido gravemente afectada por esta vacuna y luchando por ser tomada en serio y obtener asistencia médica, ya no tengo fe”.
El 2 de julio, Hertz se acercó nuevamente a uno de sus contactos en el NIH para preguntarle si había alguien que estuviera estudiando reacciones adversas como la suya y el grupo al que representa. Ella escribió: «El gobierno nos ha abandonado y la comunidad médica no sabe nada acerca de estas reacciones adversas. Necesitamos desesperadamente ayuda médica». No hubo respuesta.
Hertz dijo que, como médica, está a favor de las vacunas, pero también está a favor del «consentimiento informado», y eso siempre se lo ha dado a sus pacientes.
“Lo que sea que les hice, si se trataba de un procedimiento como una colonoscopia o la prescripción de un medicamento, siempre les expuse los riesgos involucrados”, dijo Hertz. «No ha habido un consentimiento informado con la vacuna contra el Covid, y si hubiera sabido, nunca la habría recibido».
Hertz dijo que el público debe recibir información precisa y completa sobre los riesgos y la capacidad de tomar una decisión. “Hacer esa elección por ellos está mal”.
🔎 | TheDefender
Siento mucho lo que le ha pasado a este médico. Sin embargo me deja atonito escuchar su última frase: «No ha habido un consentimiento informado con la vacuna contra el Covid, y si hubiera sabido, nunca la habría recibido».
No se si la gente no es muy lista, o es extremadamente confiada, ya no se que pensar.
El que ha querido informarse adecuadamente lo ha hecho y en el peor de los casos habrá encontrado rezones suficientes para no arriesgarse a tomar ese experimento.
No hay excusas posibles. En mi caso personal he perdido mi trabajo por las discrepancias con las mascarillas pero hice lo correcto. La gente debe hacer lo correcto o se arrepentirán el resto de su vida
Y no denuncian por todo lo que les está pasando. Si todos lo hicieran, al menos se sabría, ya que por lo visto la mayoría no se entera.
Hola no comprendo a la medica como no se informo hubo otros medicos, bioquimicos y cientificos por la verdad en el mundo que investigaron y alerrtaron a los ciudadanos de los peligros de estas vacunas experimentales que fueron silenciados, censurados y criminalizados. Preguntarse por que un discurso unico del miedo y las amenazas, coacciones y coerciones de si no te inoculas? Por que tanta manipulacion por el miedo y el terror por que una dictadura que no tiene nada que ver con lo sanitario, que hay detras solo un gran negocio? Resistir como ciudadanos pensantes cuestionar todo mas si te violan todos tus derechos y libertades y lo mas sagrado sobre tu cuerpo no permitir ser cobayo de experimentacion. Les escribo desde Argentina aca es todo irresponsabilidad nos tuvieton presos en nuestro domicilio y ahora a los que se inocularon la vacuna rusa le inyectan la de moderna. No a la vacunacion obligatoria no a los pcr no al pasaporte covid que son violatorios y vejatorios de nuestro cuerpo y de nuestros derechos humanos. Le deseo una pronta mejoria a ka Dra. Y a todos los que fueron engañado s.Gracias que Dios los bendiga y salga a la luz la verdad.