La directora de los CDC, Rochelle Walensky, reconoció que más del 75% de las muertes por COVID, citando un estudio de los CDC, fueron personas “que tenían al menos cuatro comorbilidades” y que “no se encontraban bien para empezar”.
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Walensky hizo los comentarios durante una aparición reciente en Good Morning America.
“La abrumadora cantidad de muertes, más del 75%, ocurrió en personas que tenían al menos cuatro comorbilidades”, dijo Walensky. “Así que realmente estas son personas que no estaban bien para empezar”.
Los números, que otras fuentes sugieren que podrían ser aún más altos, una vez más enfatizan cómo la gran mayoría de las personas sanas sobreviven al COVID, incluso en el grupo de edad más alto.
Walensky estaba hablando de un número minúsculo de personas involucradas en un estudio particular de los CDC, no de todas las muertes por COVID, como se dió a entender en un principio. Good Morning America emitió una correción más tarde.
En realidad, el porcentaje de muertes por COVID que mueren con múltiples comorbilidades es significativamente superior al 75%.
Como explicó Chris Martenson PhD, según los datos de los CDC, solo el 0,9% del total de muertes por COVID fueron personas sin comorbilidades.
En agosto de 2020, los CDC también reconocieron que, “para el 6 % de las muertes, COVID-19 fue la única causa mencionada”, lo que significa que el 94 % de las muertes por COVID involucraron al menos otra comorbilidad.
Un estudio realizado por el eminente epidemiólogo, el profesor John Ioannidis, encontró que más del 95% de las personas mayores de 70 años sobrevivieron al COVID, y ese número aumentó al 97,1 % para quienes no estaban en un hogar de ancianos.
Entre las personas menores de 20 años, la tasa de supervivencia fue del 99,9987%.
El estudio utilizó números anteriores al advenimiento de los programas de vacunación masiva.
Gran parte del alarmismo en torno a la COVID que se utilizó para justificar los confinamientos, las normas sobre mascarillas y los mandatos de vacunas se basó en el mito de que la COVID estaba matando a un gran número de personas sanas, lo cual no era el caso.
Esto dejó a gran parte de la población desconcertada y asustada en cuanto a la verdadera escala de la amenaza que representa el virus.
🔎 | SummitNews
Aquí ahora mismo puede pasar de todo, pero un devenir posible de las masas es el siguiente:
El pueblo está en estas semanas tomando conciencia de que se la han jugado buena con esa cosa que le han dicho que son vacunas, y ya va viendo que no protegen, o incluso que puede que sean tóxicas.
Pero lo gordo de verdad vendrá cuando el pueblo asimile el tema de la hibridación humano-máquina, esto es, la tecnología (nanotecnología, para ser más exactos) de control mental que nos quieren instalar en secreto por vía de las inyecciones.
Cada vez hay disponible más información de esto último (la mayoría de ella es literatura científica de los últimos 15 años, es decir: ¡no es ningún invento futurista!) y más métodos para detectarlo (escaneo bluetooth de personas que emiten número de serie, o medición de corriente alterna en la piel con algún detector de voltaje baratuno de electricista, como el NT-309 que venden en cualquier tienda), así que pareciera que el despertar es cuestión de tiempo y de que la gente apague la tele.
Puede arder Troya, y si las masas, con el recuerdo de sus parientes asesinados por los sueros, se lanzan, seguramente sean imparables, y muchos acabarán en la horca; esperemos que sean los megarricos, y no se reduzca todo a un par de segundones que acaben pagando el pato, como ocurrió en la II Guerra Mundial con la Alemania Nazi.