El gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, dijo que los británicos deberían prepararse para un «shock de ingresos reales», ya que se espera que los precios de los bienes se disparen en medio de las tasas de inflación en espiral.
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El gobernador del Banco de Inglaterra advirtió que los aumentos en los precios de los alimentos en Gran Bretaña podrían alcanzar niveles «apocalípticos» para fin de año.
En declaraciones al Comité Selecto del Tesoro de la Cámara de los Comunes el lunes, Andrew Bailey admitió sentirse «impotente» ante las implacables tasas de inflación. Bailey dijo que una «serie de choques de oferta» había causado consecuencias económicas «sin precedentes», y el banquero predijo que la inflación alcanzaría los dos dígitos para el cierre de 2022. Espera que la tasa alcance un máximo de alrededor del 10,2 por ciento, el nivel más alto del país desde 1982.
Bailey dijo a los parlamentarios del comité que un «impacto de … La invasión rusa de Ucrania» incluye el «riesgo de un nuevo shock en el precio de la energía, que provendría del corte de gas y destilados, como productos como el diesel».
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Además, dado el estatus de Ucrania como un gran proveedor de trigo (alrededor del 10 por ciento del suministro mundial) y aceite de cocina, Bailey declaró que si bien el país todavía puede producir y almacenar los bienes, enviarlos fuera de la nación afectada se ha convertido en un obstáculo importante en medio del conflicto.
Al relatar los detalles de una conversación que tuvo con el ministro de Finanzas de Ucrania, Bailey dijo que el ministro era «optimista sobre la siembra de cultivos», pero que el problema del envío «está empeorando».
«Es una gran preocupación para este país y una gran preocupación para el mundo en desarrollo», dijo.
Los comentarios de Bailey se hacen eco de los del presidente de la Fundación Rockefeller, Rajiv Shah, quien el mes pasado emitió una advertencia similar sobre una «crisis alimentaria masiva e inmediata».
Del mismo modo, echando gran parte de la culpa al conflicto ruso-ucraniano, Shah dijo que el trigo que normalmente se compra a Ucrania y los fertilizantes procedentes de Rusia serán cada vez más difíciles de adquirir, lo que llevará a muchos países en desarrollo a «una crisis alimentaria aún mayor este verano y este otoño».
Como resultado de la próxima escasez de alimentos, «los precios de la energía y los precios mundiales de los bienes», Bailey dijo que es probable que los británicos sufran un «shock de ingresos muy grande y real».
Estas «fuerzas externas», agregó Bailey, «tendrán un impacto en la demanda interna y amortiguarán la actividad, y me temo que parece que aumentará el desempleo».
A pesar del aumento del costo de vida y la supresión de los salarios nacionales por la inflación, el gobernador, que gana £ 570,000 por año ($ 711,000), instó a los ciudadanos a «pensar y reflexionar» antes de solicitar aumentos salariales a sus jefes.
Bailey había provocado consternación a principios de este año cuando propuso por primera vez que los trabajadores se abstuvieran de pedir grandes aumentos salariales, argumentando que la «moderación» en los aumentos salariales ayudaría a evitar que la inflación se incrustara en la economía.
En declaraciones a la comisión de Tesorería, defendió sus comentarios e insistió en que no había aceptado un aumento sugerido «porque sentí que era lo correcto para mí personalmente».
Lo mejor del articulo es el mensaje final de un irresponsable apelando a la responsabilidad.