Los vientos empiezan a cambiar, cabe esperar. Ahora que algunos en la clase política europea finalmente se están dando cuenta de que el partido angloestadounidense de la guerra quiere desangrar al mundo en una larga guerra (¿y por qué no nuclear?) dirigida a destruir a Rusia, algunos medios de comunicación franceses están revelando el amplio alcance de los crímenes de guerra cometidos por las milicias ucranianas neonazis armadas por la OTAN.
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Las primeras revelaciones de Adrien Bocquet, un ex soldado francés discapacitado que viajó a Ucrania durante la guerra como médico y cuyas declaraciones testimoniales sobre actos ucranianos de tortura contra soldados rusos fueron desestimados por los medios de comunicación (Libération, OBS, etc.) como “propaganda rusa”, fueron confirmadas el 16 de mayo por el diario francés Le Monde (socio del diario estadounidense New York Times). Sorprendentemente, el “periódico de referencia”, aunque no menciona a Bocquet, confirmó la autenticidad de un video publicado en las redes sociales que muestra a milicianos ucranianos disparando con fusiles a las rodillas de prisioneros de guerra rusos que estaban atados e indefensos.
Esto sucedió el 25 de marzo en Mala Rohan, un pueblo cerca de Járkov que fue retomado de las fuerzas rusas por parte del regimiento Azov, Fraikor y los Batallones Slobozhanshchyna. Andri Ianholenko, el líder del Batallón Slobozhanshchyna, es visible e identificable en el video. En otros videos, que Le Monde encontró en las cuentas de redes sociales de Ianholenko, publica el eslogan de los fascistas ucranianos, “Gloria a Ucrania” y posa con los tres prisioneros de guerra rusos abatidos en el vídeo del 25 de marzo, un crimen de guerra que Le Monde confirma, pero que todavía presenta a regañadientes como “un probable abuso cometido por voluntarios ucranianos contra prisioneros de guerra rusos”.
Destinado al Regimiento Azov en Kiev y luego en Leópolis, Bocquet regresó recientemente a Francia a presentar un informe demoledor sobre este batallón y la guerra ucraniana en general. Le dijo a Sud Radio: “Observé muchos crímenes de guerra. Los únicos que observé durante los días que estuve ahí fueron perpetrados por las fuerzas ucranianas, y no por las fuerzas rusas. Esto no significa que no hubieran crímenes de guerra rusos, pero también hay crímenes de guerra de la parte ucraniana, y todavía así nadie habla de ellos. Cuando regresé a Francia, estaba realmente impresionado… Entre lo que vi y oí en los informativos de televisión y lo que vi en el terreno, era como el día y la noche”. Sobre el Regimiento Azov, Bocquet dijo: “Son 20.000 hombres repartidos por aquí, allá y en todos lados con sus super logos neonazis por toda Ucrania, pero eso parece no molestar a nadie. Y están recibiendo armas de Europa”. Agregó: “¿Sabes de qué hablaban, frente a mí, porque entiendo un poco de ucraniano y ruso, y muchos de ellos hablaban inglés? Se quebraban diciendo que si se cruzaban con judíos o negros, los descuartizarían. De eso hablaban, y les hacía mucha gracia”.
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Bocquet declaró que las torturas del 25 de marzo de tropas rusas por el jefe del Batallón Slobozhanshchyna es, de hecho, una práctica regular de los milicianos ucranianos de ultraderecha contra prisioneros rusos. Dijo: “Observé soldados rusos capturados que ya habían sido realmente maltratados y que estaban atados. Estábamos en una especie de hangar, y los soldados rusos capturados llegaban en pequeñas camionetas en grupos de tres o cuatro. Cada vez que hacían bajar a los soldados de las camionetas, los combatientes de Azov preguntaban: ‘¿quiénes son los oficiales, quiénes son los oficiales’|”. Bocquet, que tiene videos de esto, dijo que a cada soldado que salía de la camioneta se le disparaba en la rodilla, y aquellos que eran reconocidos como oficiales recibían “una bala en la cabeza”.
Bocquet, que estuvo con el Regimiento Azov durante la masacre en Bucha, denunció el cinismo de la campaña de propaganda mediática que atribuye las muertes únicamente a las fuerzas rusas. Habló de una confrontación que tuvo con periodistas estadounidenses cuyos reportajes falseaban los hechos que él había visto. Bocquet dijo: “Estos estadounidenses estaban grabando videos y diciendo diciendo que se trataba de bombardeos rusos y que estaban cayendo en un parque y que eso era inaceptable. Fui a verlos y les pregunté ¿Por qué dicen eso? Y ellos dijeron oh, no te preocupes, da una buena imagen. ¿Saben lo que realmente fueron estos bombardeos? De hecho, había un objetivo ruso y un equipo de combatientes de Azov con el que yo estaba, que estaban calibrando un pequeño mortero para disparar bombas. Y pusieron el rango equivocado… Así que estas bombas, en lugar de aterrizar 100 metros más lejos en el equipo ruso, aterrizaron en un pequeño parque. Y lo hacían pasar por proyectiles rusos”.
