El segundo jefe de gobierno más pro-OTAN de Europa se vio obligado a dimitir este jueves, 14 de julio, cuando su coalición de gobierno se desmoronó ante la explosión de ira de la población contra sus políticas de guerra y austeridad. Los italianos salieron a la calle en masa, ondeando la bandera nacional, para celebrar la caída de Mario Draghi.
🛑 Trikooba depende únicamente de tu apoyo para seguir adelante con su labor. Si te lo puedes permitir, sería de gran ayuda que consideraras hacer una aportación económica, por pequeña que sea, para poder seguir sustentando el proyecto 👇
- DONAR -
Durante toda su carrera, Draghi nunca fue un político, sólo un verdugo que cumplía su promesa de hacer “lo que fuera necesario” para defender a la Corona británica y a sus financieros. Este director general del Tesoro italiano que vendió a Italia en la conspiración del yate real Britannia de 1992; este especulador de Goldman Sachs; este ex jefe de la “flexibilización cuantitativa” del Banco Central Europeo convertido en primer ministro que aplica la guerra y las sanciones de la OTAN, personifica la política de la Unión Europea de “¡los especuladores primero!” que devastó familias, industrias, granjas y comunidades en toda Europa durante décadas.
Es la misma política que la City de Londres y Wall Street han estado imponiendo también en Estados Unidos.
El ex presidente ruso, actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev, situó la dimisión de Draghi de forma adecuada. Publicó en su canal de Telegram un tríptico de imágenes: Boris Johnson, Mario Draghi y una sombra desconocida con un signo de interrogación.
Más noticias
Las políticas de Mario Draghi son las mismas políticas de la Unión Europea a las que los agricultores holandeses se oponen con determinación y creatividad, conduciendo sus tractores, adornados con coplas mordaces y humorísticas, en largas columnas por las autopistas y hacia las ciudades, rociando con estiércol las casas de la policía y de los políticos cuando es oportuno, bloqueando los centros de distribución de alimentos, exigiendo que se echen las políticas de los financieros y cualquier gobierno que las aplique. Los agricultores alemanes se unen ahora a sus filas, desplegando sus tractores en su apoyo. Esto es nuevo: protestas conjuntas holandés-alemanas contra la política de la UE de “el capital financiero por encima de todo”. Al igual que la caída de Draghi, estas acciones envalentonarán a otros en Europa y, muy pronto, en Estados Unidos.
Del mismo modo, en todo el mundo, los Estados Unidos traicioneros e imperiales creados a partir de la “relación especial” anglo-estadounidense, conocida como “cerebros británicos y músculos estadounidenses”, ya no son vistos como el hegemón todopoderoso. El banco central de la India anunció el lunes 11 de julio que el comercio internacional financiado en rupias está ahora permitido. El dólar de Londres ya no es el rey.
El presidente Joe Biden se encuentra actualmente en el suroeste de Asia, con la intención, como él y sus asesores han dicho repetidamente sin avergonzarse, de mostrar que Estados Unidos sigue siendo poderoso, para contrarrestar la creciente presencia rusa y china en esa región. Los observadores estadounidenses, chinos y regionales se muestran escépticos ante las perspectivas de su supuesta intención de poner en marcha este 16 de julio la formación de una alianza militar anti-Irán de la “OTAN de Oriente Medio” formada por Estados Unidos, los países del Golfo e Israel (con Arabia Saudí accediendo a bombear más petróleo en el proceso).
Esta nueva y cambiante realidad mundial se recoge en la portada del último número de Harper’s Magazine, la segunda revista más antigua de Estados Unidos: Su titular de portada es “El siglo americano ha terminado”. El “siglo americano” era el mantra de la facción anglófila de Wall Street dedicada a la traicionera “relación especial” entre Estados Unidos y el Imperio Británico.
La lucha consiste ahora en determinar qué sustituirá a ese apestoso sistema Wall Street-Londres.
Draghi, por ejemplo, está fuera; pero, ¿volverá él mismo, o un nuevo “Draghi” como el próximo gobierno italiano? ¿Qué gobierno será el siguiente en caer? El gobierno de Sri Lanka ha caído, sin que se vea un sustituto. ¿Qué gobierno podría funcionar en condiciones de colapso económico total, donde no hay combustible, ni medicinas, ni alimentos disponibles para la gente? ¿Y donde el FMI exige más austeridad?
Más que quién sustituirá a estos gobiernos, la cuestión es ahora: ¿En torno a qué principios pueden unirse las naciones soberanas del mundo para establecer el nuevo sistema de relaciones internacionales, finanzas y economía bajo el cual florezcan las sociedades y los seres humanos?
Se están dando pasos hacia un nuevo sistema, pero hasta ahora sólo de forma fragmentaria. Rusia está demostrando que el principio del comercio de productos básicos entre naciones sobre la base de contratos a largo plazo a precios fijos, eliminando el mercado especulativo, funciona en beneficio mutuo del productor y el consumidor. China está fomentando, facilitando y coordinando grandes proyectos de infraestructuras regionales entre naciones de todo el planeta en torno a su Iniciativa Cinturón y Ruta.
Pero estos pasos, por muy importantes que sean, no asegurarán la supervivencia. Hay que detener el desmoronamiento económico en cascada de la región transatlántica y de grandes partes del sector en desarrollo. La paz sólo se asegurará, y el alto índice de crecimiento económico y progreso científico necesario para erradicar el sistema especulativo oligárquico y su devastación, con un sistema internacional totalmente nuevo. El diseño de los principios necesarios para que tal sistema funcione fue la especialidad del estadista y economista físico estadounidense Lyndon LaRouche, quien escribió volúmenes sobre ese tema. Un punto de partida es la lectura de su notable documento de 1975, “BID: Cómo funcionará el Banco Internacional de Desarrollo”. Los principios fundamentales de la obra se volvieron a publicar en mayo en Executive Intelligence Review; le recomendamos que los estudie.
Los principios esbozados por LaRouche allí y en una multitud de otros escritos, se resumen en las ocho medidas esbozadas en la petición que está circulando internacionalmente el Instituto Schiller: “Llamamiento a un comité ad hoc para un nuevo sistema de Bretton Woods”. Su punto de partida es el principio básico: “Debemos hacer de las personas la prioridad de la economía…. El nuevo orden económico debe garantizar los derechos inalienables de todos los habitantes de la Tierra”.
