Ya se han registrado 12.517 muertes en exceso no relacionadas con el Covid en Inglaterra y Gales durante las 14 semanas transcurridas desde el 23 de abril, según los últimos datos oficiales de la Oficina de Estadísticas Nacionales, publicados el martes.
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En la semana que terminó el 29 de julio, la semana más reciente para la que hay datos disponibles, se registraron 11.013 muertes en Inglaterra y Gales, lo que representa 1.678 (18%) por encima del promedio de cinco años de la semana. De estos, 810 mencionaron COVID-19 en el certificado de defunción como causa contributiva y 531 mencionaron COVID-19 como causa subyacente, dejando 1,147 muertes por una causa subyacente diferente. Tenga en cuenta que esta fue la semana siguiente a la breve pero intensa ola de calor (con temperaturas registradas que superaron los 40 ° C por primera vez en algunas áreas), por lo que algunas de estas serán muertes por olas de calor, al igual que muchas de las muertes adicionales por Covid (siendo personas que tenían Covid en ese momento).
En el Daily Sceptic hemos estado siguiendo lo que parece ser una correlación entre el lanzamiento de la cuarta dosis de refuerzo de primavera entre los mayores de 75 años en Inglaterra y una ola de más de 12,500 muertes en exceso no Covid que actualmente no se explican (ver el cuadro a continuación).
Si todas estas muertes fueran el resultado de los refuerzos de primavera (de los cuales 4.201.990 se han entregado hasta el 29 de julio) sería una tasa de uno cada 336 dosis. Esa cifra es probablemente un límite superior, ya que no todas las muertes adicionales pueden deberse a los refuerzos (algunas pueden deberse a las presiones sobre los hospitales y los servicios de emergencia, por ejemplo). Vimos la semana pasada que estos datos del Reino Unido están en línea con los datos de los Países Bajos, como lo destacó el destacado científico de vacunas, el Dr. Theo Schetters.
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Las muertes por fecha de ocurrencia se dispararon aún más en la semana que terminó el 22 de julio, lo que probablemente esté relacionado con la ola de calor del 18 al 19 de julio. Una rareza es que el pico comenzó en la semana anterior, antes de que ocurriera la ola de calor, cuya razón no es inmediatamente obvia. En términos más generales, el exceso de muertes no Relacionadas con el Covid se ha mantenido en un nivel alto a medida que la campaña de vacunación de primavera ha finalizado, lo que significa que la estrecha correlación no ha continuado. Esto puede ser una indicación de lesión continua de la vacuna, tal vez junto con una lesión por infección previa por Covid, o de la operación de otra causa que aún no se ha identificado.
Como se señaló en semanas anteriores, la causa de las muertes parece estar relacionada en gran medida con enfermedades del corazón y los vasos sanguíneos. Las muertes por cáncer son, tal vez sorprendentemente dada la retirada del acceso a la atención médica durante la pandemia, en general en niveles normales, lo que sugiere que hay algo más que la falta de acceso a la atención médica. El alto nivel continuo de exceso de muertes es inesperado ya que, después de las 144,000 muertes en exceso de los últimos dos años y medio, habríamos anticipado un período de muertes más bajas que el promedio. Curiosamente, el Gobierno no ha mostrado interés en investigar esto. Cuando esther McVey MP, presidenta del Grupo Parlamentario de Todos los Partidos de Respuesta a la Pandemia y Recuperación (APPG), presentó una pregunta por escrito preguntando a la Oficina del Gabinete qué pasos estaba tomando «para investigar la tasa de muertes más alta de lo esperado del 12,2% por encima del promedio de cinco años», simplemente remitió el asunto a la Autoridad de Estadísticas del Reino Unido, que simplemente dijo que continuará publicando las estadísticas relevantes.
El profesor de Medicina Basada en la Evidencia de Oxford, el Dr. Carl Heneghan, y su colega, el Dr. Tom Jefferson, se han unido al llamado para que el Gobierno investigue estos miles de muertes excesivas inexplicables, señalando que «no somos conscientes de que se hayan investigado las causas de las variaciones identificadas, ni de que exista un umbral reconocido para desencadenar dicha investigación».
«Esto sugiere una falta de interés», agregan, «y plantea la pregunta de por qué se recopilan tales datos en primer lugar. Sin embargo, las señales en los datos sugieren que algo no está del todo bien».
Se está cumpliendo todo lo que nos dijeron los científicos no adheridos al globalismo ni a las agendas masonas. Y, por lo visto, esto no ha hecho más que empezar.
Ya leímos la noticia hace un año, que el ayuntamiento de Londres había comprado un terreno para cuándo llegara lo que estamos viendo. Era la crítica de una muerte anunciada.