Según un estudio publicado en una revista, investigadores israelíes desarrollaron un embrión de ratón con un corazón latiendo utilizando solo células madre.
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Al utilizar únicamente células madre de piel de ratón, los investigadores israelíes han producido «embriones sintéticos» por primera vez sin requerir espermatozoides u óvulos.
La investigación innovadora, cuyos hallazgos se revelaron esta semana en la revista revisada por pares Cell, encontró que las células madre obtenidas de ratones se «autoensamblan» en una forma similar a un embrión con un tracto digestivo, cerebro e incluso un corazón latiendo.
Los resultados fueron verdaderamente «notables», en palabras del biólogo celular profesor Jacob Hanna del Instituto Weizmann de Ciencias. «No había esperma, ni óvulo ni útero, pero logramos que los embriones se formaran solo a partir de células madre a ocho días, un tercio del período de gestación de un ratón, con un corazón latiendo», dijo a Times of Israel.
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Según él, este es el primer caso de un embrión animal altamente desarrollado que se crea solo a partir de células madre.
Hanna le dijo al Times que el trabajo podría hacer posible desarrollar estructuras artificiales que se asemejen a embriones para su uso en medicina, como el desarrollo de órganos humanos para trasplante. «El embrión es la mejor máquina de fabricación de órganos y la mejor bioimpresora 3D; tratamos de emular lo que hace», explicó.
El uso ético de embriones humanos como fuente de células madre para el crecimiento de órganos trasplantados ha generado debate, pero la nueva investigación, según el equipo de investigación, puede proporcionar una solución porque las estructuras artificiales similares a embriones son similares a los embriones reales, pero no son viables para la implantación.
Usando una configuración de incubadora única, los científicos pudieron cultivar un embrión. Cada embrión en el dispositivo se baña en un vial lleno de líquido que está girando para evitar que el organismo se pegue a un lado. El líquido actúa como una solución nutritiva mientras que la incubadora suministra al embrión las circunstancias necesarias para el desarrollo, incluida la concentración de gas, la presión y la temperatura requeridas.
El último experimento amplía dos triunfos anteriores que fueron hechos por científicos en años anteriores. En particular, el equipo de Hanna había creado una técnica para reprogramar las células madre para volver al comienzo del desarrollo, cuando tenían el mayor potencial para desempeñar varios roles. Además, los científicos han desarrollado una herramienta que les permite cultivar embriones de ratón normales fuera del útero.
