En una entrevista con Bloomberg, dos ex funcionarios de la Reserva Federal —Simon Potter, quien dirigió el grupo de mercados del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, y Julia Coronado, quien pasó ocho años como economista para la Junta de Gobernadores de la Fed— han propuesto crear una herramienta monetaria, que denominan “bonos de seguro contra la recesión”, aprovechando algunos de los avances en pagos digitales, que se transferirán instantáneamente a los estadounidenses. ¿Qué se oculta detrás de esta iniciativa, y cuáles serían sus consecuencias?
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Por Epic Economist de MenteAlternativa
La Reserva Federal tiene planes para crear una moneda de curso legal digital híbrida, que difiere de las reservas que están atascadas en el sistema financiero, de esa manera, podría hacer depósitos directos en las cuentas de los consumidores de los Estados Unidos. ¿En qué se diferencia esto de las anteriores formas de dinero de helicóptero? En que esencialmente, no lo es, más allá de la consideración de que la Reserva Federal tendría acceso directo a la información de los consumidores en relación con las transacciones y cualquier otro procedimiento monetario. Nada de que preocuparse, ¿verdad?
Además, Loretta Mester, presidenta de la Reserva Federal de Cleveland, ha declarado públicamente en el Simposio sobre pagos de Chicago, en una sección titulada Monedas digitales del Banco Central, que la experiencia con los actuales pagos de emergencia relacionados con la crisis de la salud “ha hecho surgir una idea que ya estaba recibiendo una mayor atención en los bancos centrales de todo el mundo, a saber, la moneda digital del banco central (CBDC)”. Y tras la inesperada revelación, sigue explicando que “la legislación ha propuesto que cada estadounidense tenga una cuenta en la Reserva Federal en la que se puedan depositar dólares digitales, como pasivo de los Bancos de la Reserva Federal, que puedan ser utilizados para los pagos de emergencia”.
La audacia —por decir lo menos— de su propuesta no termina ahí. Al apostar por el efectivo digital, la institución tendría la manera de eliminar la moneda física “anónima” en su totalidad, y luego podría rastrear cada uno de los billetes que han creado, conociendo el destino de cada transacción realizada durante todo el tiempo que estuvo en acción. Y, en algún momento, la Reserva Federal no sólo podría exterminar la moneda digital cuando fuera conveniente, sino que prácticamente podría desintermediar a los bancos comerciales porque concedería préstamos a los consumidores estadounidenses y también depositaría fondos en sus cuentas directamente, es decir, tendría el poder de dejar obsoleto todo el sistema bancario tradicional.
Sobre el funcionamiento del programa, publicado en el sitio web de la Reserva Federal de Cleveland, Loretta Mester explica que la propuesta “crearía un nuevo instrumento de pago, el efectivo digital, que sería igual a la moneda física emitida por los bancos centrales hoy en día, pero en forma digital y, potencialmente, sin el anonimato de la moneda física”, admitiendo que pueden crackear los datos de privacidad del público a su antojo. Después esboza que “dependiendo de cómo se diseñen estas monedas, los bancos centrales podrían apoyarlas sin necesidad de la participación de los bancos comerciales mediante la emisión directa en las carteras digitales de los usuarios finales combinada con servicios de transferencia y rescate facilitados por los bancos centrales”, reconociendo también que tiene el potencial de separarse del sistema bancario actual y posiblemente colapsar toda su operación si alguna vez se ajusta a sus objetivos.
Con todas las pruebas sobre la mesa, es posible comprender que la estrategia de depositar dólares digitales a todos los estadounidenses otorga a la Reserva Federal facultades que antes eran exclusivas del Congreso, lo que significa que podrían conceder estímulos fiscales a su voluntad, por lo que posiblemente impulsará un espectacular repunte reflacionario, ya que son los segmentos de menores ingresos de la sociedad estadounidense los que fijan los precios marginales de los bienes y servicios económicos.
El banco tendrá la excusa perfecta para mantener constantemente la inflación alta, mientras el nivel de vida de los estadounidenses se desmorona en beneficio de un pequeño grupo de poseedores de activos. Para evitar ser tragado por la enorme deuda federal, como ZeroHedge hábilmente señaló “la Reserva Federal está ahora finalizando los últimos pasos de un proceso que revoluciona todo el sistema monetario fíat, lanzando dólares digitales que eliminan efectivamente a los bancos comerciales como intermediarios financieros, ya que permitirán a la propia Reserva Federal hacer depósitos directos en las ‘billeteras digitales’ de los estadounidenses en el proceso haciendo también que el Congreso y todo el poder legislativo sean redundantes, mientras que un puñado de tecnócratas se apoderan tranquilamente de los Estados Unidos”. Así que no se engañen pensando que ese dinero vendrá sin consecuencias, porque esta propuesta probablemente acabará con la libertad monetaria de toda la población, mientras actúa como un nuevo sistema de vigilancia.
FUENTES:
Emily Barrett / Bloomberg — Two Ex-Fed Officials Have a Faster Way to Distribute Money in Recession.
Loretta J. Mester / Federal Reserve Bank of Cleveland — Payments and the Pandemic.